Estrategias que pueden utilizarse para ganar en el Texas Holdem

La mayoría de los juegos de azar no dejan de ser un juego del gato y el ratón. Uno identifica las debilidades del rival, mientras éste hace todo lo que está a su alcance para descubrir las nuestras. EL que tenga la mejor habilidad a más suerte para descubrirlo, o para engañar al otro, seguramente ganará. El póker en general, y el Texas Holdem en particular, requiere que entremos al juego con una estrategia predefinida. Si no tenemos estrategia, las posibilidades de que perdamos la partida son sensiblemente superiores. Una estrategia no nos garantizará el éxito (al fin y al cabo, seguramente nuestro rival también tenga su estrategia) pero tener una podrá ayudarnos a no cometer tantos errores y reaccionar a tiempo ante una situación adversa.

¿Cuál es el mejor acercamiento a una estrategia de póker?

Existe la tendencia más extendida de ser, o bien muy agresivo, o bien muy pasivo. Con respecto a ser pasivo, implica simplemente esperar a que sean los otros los que hagan los primeros movimientos y, con un poco de suerte, cometan un error que podamos aprovechar a nuestro favor. Si jugamos con alguien que se apresura y no está acostumbrado a jugar con un poco de paciencia, seguramente tendremos la suerte de que nos regalen con varios errores que podremos capitalizar. Aunque también podría significar que tengan un mal día en ese momento en particular.

Este tipo de estrategia pasiva tiene menos riesgos y por tanto, menores recompensas, las cuales no serán particularmente impresionantes. Sin embargo, estaremos confiando en que sea el otro el que nos brinde las oportunidades que impactarán y harán que seamos un jugador exitoso o no. Con esta estrategia, de alguna manera podríamos considerar que hemos abandona las riendas del juego. Además, si su contrincante tiene un día particularmente bueno y está jugando bien por tanto comete pocos o ningún error, esta forma de juego nos arrastrará irremediablemente a una situación de pérdidas elevadas.

También podríamos adoptar una estrategia de corte agresivo como alternativa. Esto significa que utilizaremos cada oportunidad para jugar y ganar las apuestas. Apostaremos cantidades superiores ya que tendremos confianza en nuestra habilidad de ganar la apuesta. Si estamos en racha, probablemente ganaremos premios elevados. Sin embargo, esta estrategia puede llevarnos a incurrir en severas pérdidas y cometer muchos errores. Cuando el jugador agresivo falla, falla de manera estrepitosa y debemos estar preparados para aceptar que a veces tendremos un día malo en el que todo parece ir en nuestra contra. De nuevo, una buena gestión de nuestro capital y nunca apostar más de lo que podemos perder sin preocuparnos por ello, es una de las mejores tácticas para no pasarlo mal un día negativo.

También existe un tercer acercamiento a las estrategias del póker, recomendada por muchos expertos. Este es el método apretado y agresivo de apostar. Con este método el jugador limitará el número de partidas en las que entra, pero apostará de manera regular. De esa forma, no son tan tímidos como para eliminar posibilidades de conseguir altos beneficios pero al mismo tiempo no seremos demasiado alocados como para cumular pérdidas irreparables. Este podría ser uno de los acercamientos ideales ya que toma lo mejor de ambas estrategias.

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